Un buen análisis de cómo manejar tus productos perecederos te ahorrará mucho dinero en pérdidas y devoluciones de clientes. Te damos tres tips para minimizar tus mermas por caducidad.

1. Conoce tu producto y tu mercado

Entre más cercana esté la fecha de caducidad de un producto, menos probable será que el cliente lo compre. Por eso es muy importante conocer los ciclos de rotación para que exhibas la mercancía en el momento adecuado.

Si surtes a otros negocios, evita que tus clientes te devuelvan producto caduco previendo el tiempo aproximado que tardará la mercancía en rotar en el punto de venta al comprador final.

Por ejemplo, un paquete pequeño de jamón es un producto que normalmente las familias compran semana con semana, esto significa que deberá estar exhibido al menos 8 o 10 días antes de su fecha de caducidad, para que le dure toda la semana al consumidor. A eso debes sumarle los días que tu cliente tardará en recibirlo, empacarlo, etiquetarlo, etc. Determina así el intervalo mínimo de tiempo que mantendrás de margen para surtir cada producto.

 

2. Busca información con tu proveedor

Algunos productos como las bebidas embotelladas no tienen la fecha de producción y caducidad indicada claramente en el envase, sino que está incluida en un código.

Consulta con el proveedor cómo interpretar esos códigos, porque aun cuando en varios de estos productos no existe como tal una fecha estricta de caducidad, sí hay una fecha de consumo preferente, después de la cual el producto pierde algunas de sus características de color, sabor u olor.

También es muy importante que el proveedor te indique las condiciones ideales para la conservación de cada producto en particular. Acondicionar distintas áreas de tu almacén para mantener la temperatura, luz, humedad, te permitirá extender al máximo la vida y frescura de los productos.

 

3. Utiliza controles informáticos en tu almacén

La fecha de caducidad se debe revisar en el momento que recibes los productos de tu proveedor. Si la fecha de caducidad está muy próxima (es menor al intervalo que definiste en el primer paso), es recomendable que ya no la recibas, porque tu riesgo de que ese producto acabe en merma será alto.

Registra adecuadamente en un sistema las cantidades que estás recibiendo de cada lote con su correspondiente fecha de caducidad. Almacena y etiqueta adecuadamente los productos.

Asegura que tu sistema te ayude a identificar cuáles son y dónde se ubican exactamente los productos próximos a vencer. Cuando un cliente solicite un producto, tendrás la certeza de estar pickeando primero los productos correctos. Además podrás anticiparte a hacer promociones para desplazar aquellos que se estén rezagando, pero con tiempo suficiente para que lleguen en buen estado al consumidor final.