Una buena utilidad en las ventas no es garantía de un flujo de caja sano. Una buena planeación de tus compras y cuentas por pagar te ayudará a mantener en orden tus finanzas. La clave es el equilibrio.

Aquí te ofrecemos algunos tips para mejorar tu flujo de caja:

  1. Planea tus compras y anticípate a los incrementos de precio

Basándote en la información histórica de tus ventas, puedes estimar cuándo y cuánto necesitarás comprar de cada artículo o insumo para producir. Prevé que el alza de los precios en los combustibles y la devaluación de la moneda probablemente afectará tus compras futuras: protégete con un porcentaje adicional para que el aumento de precios no te tome por sorpresa. Si una buena planeación te permite absorber esos incrementos o al menos retrasar el aumento en tus propios precios, tendrás una ventaja sobre tus competidores.

Define también un presupuesto para el resto de los gastos: operativos, comerciales, de distribución, etc., formaliza órdenes de compra y establece mecanismos para mantenerte dentro de ese presupuesto. Busca nuevos proveedores y fija claramente los estándares y especificaciones de cada producto o servicio para que puedas tener un parámetro de referencia.

También los tiempos de entrega son importantes. Si un proveedor te ofrece productos más baratos pero suele incumplir los tiempos acordados, para no caer en desabasto tendrás que comprar con más anticipación y por lo tanto incurrirás en algunos gastos adicionales por almacenaje, considera eso al momento de negociar.

  1. Cuida tus inventarios

No te dejes seducir por los descuentos de tus proveedores porque corres el riesgo de quedarte inmovilizado. Si puedes aprovechar la oportunidad de un descuento por volumen o por pronto pago, hazlo, pero siempre asegurando que cuentes con el dinero necesario para operar y cumplir tus obligaciones durante todo el tiempo que requerirás hasta cobrar a tus clientes.

Recuerda que entre más ágiles sean tus procesos de compra y tu ciclo de ventas, más rápido le darás la vuelta al dinero y mayores serán tus ganancias. Si te quedas con un inventario muy alto y sin liquidez para invertir en la promoción de tus productos y acelerar su rotación, te saldrá “más caro el caldo que las albóndigas”, es decir, acabarás perdiendo más de lo que ganaste con el “atractivo” descuento.

  1. Mantén al día tu información de costos

De nada sirve una buena planeación si no puedes tomar decisiones o detectar oportunamente desviaciones sobre tu costo presupuestado. La mayoría de los sistemas utilizan por defecto el método del costo promedio, el cual además de ser más simple en su registro, resulta ser el más adecuado cuando hay cambios constantes en el costo de ventas, ya que no reduce el costo de la mercancía vendida (“inflando” la utilidad) como ocurre con el PEPS, ni genera un costo de inventario alejado de la realidad como puede suceder con el UEPS.

Independientemente del método de costeo que utilices, lo indispensable es que la información se mantenga actualizada para que puedas hacer ajustes en tu programación de compras en caso necesario.

  1. Aprovecha el plazo de tus proveedores

Lo ideal es extender lo más posible el plazo máximo de tus proveedores al tiempo que reduces el periodo medio de cobro a tus clientes, pero debes cuidar no incumplir las fechas de pago porque afectas el flujo de caja de tus proveedores y los puedes acabar “ahorcando”, es decir, dejándolos sin dinero para operar y por lo tanto para cumplir sus compromisos con sus clientes, entre los cuales estás tú, por supuesto. Eso no beneficia a nadie.

Analiza, detecta y corrige las incidencias en pagos a tus proveedores.

  1. ¿Rentar o comprar?

Aunque la respuesta podría parecer obvia, en muchas ocasiones los beneficios de rentar en vez de comprar superan el costo más alto que tiene el arrendamiento, es decir, aunque paguemos más, mantendremos nuestro dinero en movimiento en lugar de tenerlo invertido en mobiliario o equipo. Además, como las rentas se consideran un gasto comercial, también nos beneficia al momento de pagar impuestos.

Antes de comprar equipo, maquinaria o herramientas, evalúa ambas opciones, sobre todo si para adquirirlas necesitas solicitar algún crédito que puedes destinar para otras actividades más provechosas.

 

Por último, recuerda que la falta de liquidez puede hacer quebrar a una empresa por lo demás exitosa y hasta el 80% de las pymes en México sufre de este problema en algún momento. Concéntrate en tus compras tanto como lo haces en tus ventas y cuida la relación con tus proveedores, de ellos depende buena parte de tu éxito.

 

fuentes: www.ingenieria.unam.mx/~materiacfc/CCostos.html

http://expansion.mx/emprendedores/2015/06/03/7-formas-para-superar-la-falta-de-liquidez-de-tu-empresa